La idea principal del proyecto era abrir el interior del auditorio al exterior. Generalmente, el interior de un auditorio es un espacio muy glamuroso, con materiales costosos, hermosos acabados y buena acústica que requieren un gran volumen que crea una atmósfera muy interesante. La mayoría de los auditorios, teatros o cines son edificios cerrados que son visitados de vez en cuando por la gente del pueblo o, en algunos casos, nunca. Estamos intentando abrir este espacio a una plaza pública, dejando que los mayores, padres e hijos echen un vistazo al interior, disfruten de ensayos musicales, ensayos teatrales,… de esta forma estamos acercando la cultura al espacio público. Muchos niños estarán jugando en el parque y verán a alguien tocando el piano, cantando, actuando, en un concierto o en una obra de teatro. Estos eventos traerán riqueza cultural a la ciudad y crearán un nuevo concepto de auditorio.

Galicia es una región donde llueve mucho, es bastante oscura y la importancia de la luz es uno de los factores más importantes en la arquitectura. Con este diseño de fachada intentamos captar de forma controlada toda la luz natural durante el día y convertir el edificio en una linterna artificial por la noche.

Las lamas verticales de aluminio protegen el interior de la luz solar directa pero permiten que la luz atraviese la fachada. El auditorio funcionará todas las noches y el edificio funcionará como un gran farol para esta plaza pública.

En cuanto a programación, el edificio consta de un Auditorio con 350 asientos, un escenario adaptado para representaciones teatrales que requiere unas dimensiones especiales. La entrada del vestíbulo principal actúa como un espacio polivalente que se puede utilizar por separado del auditorio. El volumen intenta romper con la idea de una gran caja y adaptar la escala de los edificios del barrio.